Por Bibliotecario
Arminio, al que el historiador romano Tácito nombró como el «gran libertador de Germania», nació en algún lugar de la actual Sajonia (Alemania) hacia el año 16 a. C., justo cuando las legiones de Octavio Augusto acababan de someter los últimos focos de resistencia cántabros en Hispania.
Arminio, era el hijo de Segimer, o Segimerus, caudillo de la tribu germana de los queruscos. Segimer estaba acostumbrado a pactar con los romanos, lo que le granjeó su amistad y la ciudadanía romana, distinción que fue extendida a su familia, incluido su hijo Arminio.
Arminio, que poseía grandes dotes militares sirvió en el ejército romano entre el 1 d.C. y el 6 d.C., con apenas 20 años (4 d.C.), comandó una fuerza auxiliar romana y probablemente luchó en las guerras Panonianas en la península balcánica. Con su paso por el ejército aprendió el arte de la guerra y la política de Roma.Con el regreso a su patria, hacia el año 7 d.C., se encontró que su pueblo estaba oprimido por el gobernador romano Publio Quintilio Varo.
El gobernador Varo estaba convencido de la superioridad romana ante los germanos a los que consideraba pueblos primitivos, haciendo que su gobierno no reparara en hostilidad con sus gobernados, creando así un clima de malestar entre las tribus germanas, que seguían aspirando a la libertad debido a su carácter belicoso e indomable.
Tácito, en su obra «Germania» describe a los germanos como hombres de fieros ojos azules, cabelleras rubias y corpulentos.
Visto este abuso de poder del gobernador, Arminio no dudó, e inmediatamente empezó a formar una sublevación de los queruscos junto a otras tribus de la zona, las marsios, los chattis y los bructerios, sumando en total una fuerza de 20.000 hombres. (más…)