Por Bibliotecario
La curiosidad, ya saben, esa niña mala que mató al pobre gato, se ha metido hoy conmigo, sí, se me ha puesto chula y me ha lanzado varios de esos golpes secretos en forma de pregunta que sólo ella sabe mandar directos al hígado. Uno de esos golpe-preguntas ha sido: ¿Por qué narices un montón de gente visita este blog pero luego a la hora de participar estamos tres y el gato? Perdón, el gato no, recordemos lo dicho al principio de que lo mató la curiosidad.
Es cierto, la maldita niña tiene razón, ¿Dónde está la explicación a esta circunstancia? ¿Está más allá de las estrellas? ¿Más allá de la mente de Dios?
Sólo se me ocurre en principio una explicación: que algo falla en este blog que no anima a la gente a participar; quizás sea la temática, o los posts publicados, o el color de fondo o quién sabe. Pero, tampoco eso debería ser una problema, este blog es un pedazo de arcilla todavía fresca, lista para ser moldea por todos vosotros a vuestra imagen y semejanza. Un blog donde cada uno puede aportar contenidos sobre los temas que conoce o le interesan, donde puede opinar sobre ¿por qué la tostada cae siempre del lado de la mantequilla? o ¿por qué las cosas son como son y no como dejan de ser?.
A vosotros, paralíticos de Internet, yo os digo: «Levántaos y andad». Ya es hora de empezar a hacer camino al andar y de ver que cualquier paso hacia adelante no es un paso pequeño.