Miguelito, Guille y Libertad, sin comentarios

Por Escribiente:

Miguelito:

Guille:

Libertad:

Para quien quiera comentarios: Miguelito, Guille y Libertad

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Susanita y Manolito

Por Escribiente

Y que me perdonen por ponerlos juntos:

Susanita es chismosa, prejuiciosa, egoísta a ultranza y peleadora de vocación. Tiene su futuro perfectamente planificado: un casamiento de película, un esposo de buena posición económica y muchos, muchos hijitos. Hasta ahí llegan sus amores. Sus odios, en cambio, son más amplios: los pobres le causan repugnancia, casi tanto como Manolito, y detesta las reflexiones de Mafalda. El destino del mundo, obviamente, le importa un comino*.

Manolito es bruto, ambicioso y materialista, pero en el fondo, un gran corazón. De todos los personajes, él y Susanita son los únicos que realmente saben lo que quieren de la vida. En su caso, una enorme cadena de supermercados. Admirador de Rockefeller, sus pasiones son tan encendidas como sus odios, que apuntan a los hippies -donde hay que incluir a los Beatles– y a Susanita*.

*Textos de la página oficial de Quino donde se pueden encontrar más detalles y videos sobre Susanita y Manolito.

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Felipe, la duda

Por Escribiente

Desde hoy seré un Felipe decidido, la duda ahora es que no sé si optar por la audacia arrolladora o por la determinación tajante.

Uno de los motivos de empezar la serie con los personajes de Mafalda era presentar a Felipe a aquellos que no lo conocieran. Para mí es uno de los personajes más simpáticos del grupo: romántico, tímido e inseguro, una mezcla que le provoca angustia y sufrimiento. Es un vivo ejemplo de la procastinación (perdón por la palabreja, pero es un guiño a los más veteranos del blog): en una tira aparece pegando un póster en el que se puede leer la frase «No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy». Una vez colocado dice muy decidido: «desde mañana mismo empiezo».

Disperso, con una imaginación incontrolable y una escasa fuerza de voluntad para hacer las cosas que no le gustan:

Muy buen amigo de Mafalda, es su compañero ideal, complementándose en muchas de las ocasiones: mientras que Felipe es ingenuo e indeciso, Mafalda es categórica en sus apreciaciones. Felipe es, como diría Machado, «bueno en el buen sentido de la palabra», un personaje que se deja querer. Es la duda personificada, la eterna lucha entre lo que se debe hacer y lo que apetece hacer, entre las obligaciones del adulto y la diversión del niño. Y lo peor es que sabe lo que le ocurre y lo sufre:

Con una baja autoestima en ocasiones se siente como un ratón por dejarse llevar por lo más sencillo: leer «El llanero solitario» o simplemente dejarse llevar por la pereza, eso sí, justificada:

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«Mafalda», de Quino

Por Escribiente

La trayectoria de Mafalda abarca el período comprendido entre los años 1964 y 1973, en tres publicaciones: «Primera Plana», «El Mundo» y «Siete Días Ilustrados». Bastante antes de la despedida oficial de la tira, en junio de 1973, Quino (y nadie más que él) se había dado cuenta de que se encontraba agotado y que no podía insistir sin repetirse.

A diferencia de otros colegas suyos (como Schulz, creador de «Peanuts»), que han hecho perdurar las tiras apoyándose en un equipo de guionistas y dibujantes, Quino se resistió siempre a perder el contacto personal con su creación. Jamás quiso adoptar esta modalidad de trabajo por considerarla no adecuada a su estilo, así como tampoco nunca ha utilizado un mecanismo particular de trabajo. Antes que nadie lo pudiera percibir, Quino supo que Mafalda había cumplido su cometido. *

Hecho un rápido repaso desde sus inicios (en realidad el personaje de Mafalda nació antes, en 1963, para una historieta cuya finalidad era publicitar una línea de electrodomésticos llamada Mansfield), hasta el final de su trayectoria, toca ahora hacer un breve recuento de algunos de sus personajes, empezando, como no, por su personaje principal: Mafalda.

El nombre de la protagonista procede de una novela de David Viñas «Dar la cara». En ella se habla de una beba llamada Mafalda, y a Quino le pareció un nombre alegre y lo adoptó para su protagonista. Mafalda vive en la Argentina de mediados de los 60 a principios de los 70 y se caracteriza por su compromiso social, por la preocupación por el discurrir del mundo que sigue a través de la radio y de la televisión y por no entender cómo los adultos lo pueden dirigir tan mal. Esta es una de las peculiaridades de Mafalda, es decir, en la historieta creada por Quino se ponen frente a frente la educación que intentan impartir los adultos y el ejemplo que los niños reciben de sus educadores. Quino lo explica en una entrevista:

 Mafalda surge de un conflicto, de una contradicción. A uno, de chico le enseñan una cantidad de «cosas que no deben hacerse» porque «están mal» y «hacen daño». Pero resulta que cuando uno abre los diarios se encuentra con que los adultos perpetran todas esas cosas prohibidas a través de masacres, guerras, etc. Ahí se produce el conflicto. ¿Por qué los grandes no hacen lo que enseñan?

Mafalda es protestona y cascarrabias, se cuestiona todo desde su ¿inocencia? y emite manifiestos políticos que pueden hacer sonrojar a más de uno. Puede que, como confiesa Quino, esté «sobreactuada y sea excesivamente declamatoria». Quizás no sea el tipo de niñita que quiera tener uno en casa, pero sí en casa del vecino…

* Extraído de «Mafalda Inédita». Editorial Lumen

Para conocer más:

Web oficial de Quino. Incluye videos de los personajes de Mafalda.

Mafalda y compañía. Página realizada por Nestor Giunta.

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