Por Bibliotecario
Está claro que este año y parte del anterior son, en el tema de la lectura, feudo del libro «El niño con el pijama de rayas» de John Boyne. Es un libro del que me hablan unos y otros; me lo piden en la biblioteca hasta tener lista de espera; más de un centro educativo de la localidad lo ha puesto como lectura obligatoria de sus alumnos y cuando alguno los clubes de lectura de la Tierra de Gigantes (marca registrada) me lo pide para que se lo consiga es el origen de unas saludables risas entre el mal pagado gremio de bibliotecarios de Castilla-La Mancha cuando llamo para solicitar el lote. ¿cuantas llamadas recibirán al día solicitando al bendito niño y su pijama?
Bueno, señoras y señores, préstenme toda su atención, por favor, un redoble de tambores… alla va: el libro de «El niño con el pijama de rayas» no es para tanto, es una obra aceptable pero nada más, no es la mejor novela de la historia, resulta un tanto previsible y alguna cosa más que me callo pues con esto ya hay suficiente para que me peguen, no es cuestión de echar más leña al fuego.
Y ahora quien quiera batirse en duelo con mis palabras ahí tiene los comentarios de esta entrada y una encuesta donde podréis aclarar con cual de los dos Españas vais: la que le gusta el libro o la que no.
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