Por Escribiente
Dice Javier Gomá que en las entrevistas en las que le preguntan sobre el libro lo normal es que lo relacionen con los políticos y con algunos casos concretos de corrupción. En la contraportada del libro se expone el verdadero alcance del concepto de ejemplaridad pública aunque también haga hincapié en la clase política (cosas del marketing). En el ensayo Javier Gomá nos hace un recorrido por los conceptos relacionados con la ejemplaridad, la libertad, la igualdad y la democracia y sitúa a la vulgaridad como una consecuencia del progreso de la civilización occidental, defendiéndola (uno de los capítulos se titula “La vulgaridad: un respeto) pero situándola no como meta sino como punto de partida hacia un nuevo estado en el que la ejemplaridad pública debe desarrollar un papel importante en el progreso moral.
Invito a una detenida lectura (la necesita) del libro porque podremos descubrir, entre otras cosas, lo que el autor entiende por “experiencia”:
(…) tiene experiencia de la vida quien desarrolla un genuino arte para administrar sus esperanzas mientras envejece manteniéndolas en su punto justo de estabilidad, sin ceder a la presunción ni a la desesperación, y ajustando sus expectativas a los límites dados. Concebimos un prometedor ideal y lo imitamos con la esperanza de asemejarnos a él, pero con el tiempo experimentamos los límites de la vida y constatamos una desemejanza aún mayor que nos distancia. (…) la vida certifica, en la biografía de cada uno, la victoria final de la limitación sobre la imitación y de la experiencia sobre la esperanza, y entonces la promesa que nos alentaba al principio da paso a una nostalgia fundamental y constitutiva en el hombre.
El por qué de tanta elaboración de nuevas leyes:
La proliferación de leyes y la hiperregulación que caracterizan el mundo moderno obedecen si duda a la creciente complejidad de las sociedades contemporáneas y a la burocratización general del mundo de la vida. Pero son hechos que también admiten ser interpretados como una señal de la preocupante ausencia actual en las instituciones de la política de hombres ejemplares, también ellos subjetividades libres y autónomas. La inmoralidad de los gobernantes difunde un ejemplo negativo que luego ellos mismos se ocupan de reprimir mediante leyes más severas y restrictivas de las libertades.
Y también, si se me permite la broma, profundiza en lo que Stan Lee quería decir cuando Peter Parker (Spiderman) descubre que podía haber evitado la muerte de su tío Ben y no lo hizo, es decir, desarrolla la famosa frase «Un gran poder…supone una gran responsabilidad»:
Un mayor poder y una mayor influencia determinan una especial responsabilidad concurrente en ellos, si bien hay que insistir en que no es una responsabilidad de una naturaleza nueva sino la misma que incumbe a todo yo al cuidado de su ejemplo aunque en grado eminente.
Debe estar conectado para enviar un comentario.