Por Escribiente
Siguiendo un orden cronológico y dando por bueno lo escrito sobre el tema, la relación entre estos personajes empieza con un relato escrito por Hemingway titulado “The Killers” cuyas primeras lineas son estas:
La puerta del restaurante Henry se abrió y entraron dos hombres que se sentaron ante el mostrador.
-¿Qué les sirvo? -preguntó George
-No sé -contestó uno de ellos-. ¿Qué quieres comer, Al?
-No sé -dijo Al-. No sé lo que quiero comer.
Afuera aumentaba la oscuridad. Las luces de la calle se veían por la ventana. Los hombres leían el menú. Nick Adams los miraba desde el otro lado del mostrador. Cuando ellos entraron estaba hablando con George.
Edward Hopper se inspiró en este relato y en un diner (cafeterías que están abiertas toda la noche) de su barrio natal en Manhattan para pintar su cuadro más famoso: Nighthawks.
Lo empezó justó después del ataque en Pearl Harbor y preguntado por el significado del cuadro dijo que “inconscientemente, probablemente, estaba pintando la soledad de una gran ciudad”. Muchas han sido las interpretaciones del cuadro y mucho se ha escrito sobre la identidad de los personajes retratados, reconociendo algunos al propio Hopper y a su mujer como la pareja con la que habla el camarero.
Este cuadro, uno de los más conocidos del arte estadounidense, ha ejercido una gran influencia sobre otros artistas, siendo frecuentemente homenajeado y tomado como punto de inicio para crear otra obra, pasando de la pintura a otras disciplinas. Al igual que otras obras de arte, como La Gioconda de Leonardo da Vinci, ha trascendido este marco y han pasado a formar parte de la memoria colectiva, posiblemente por tener una interpretación abierta que provoca el debate, sin poderse afirmar que el misterio emana de la propia obra o bien ha sido generado por las interpretaciones e historias posteriores ajenas al autor.
Los homenajes (o copias, cada cual que lo defina como quiera), han sido utilizados por artistas de diferentes disciplinas como el teatro, la literatura, el comic, el cine, la música y, por supuesto, la pintura, teniendo siempre una cosa en común: un bar lleno de gente solitaria en una oscura calle de la que podría ser cualquier ciudad americana.
Referencias directas como en la película “Dinero caido del cielo” de Kem Adams en la que recreo Nighthawks como plató, y las de la película dirigida por Wim Wenders, “The End of the Violence“. El siguiente video pertenece a la primera y a los 15 segundos aparecerá el cuadro de Hopper.
Los homenajes a veces son más sutiles como por ejemplo el realizado en la película dirigida por Robert Siodmak, The Killers, basada en el relato homónimo de Hemingway, rodada tan solo tres años después de la realización del cuadro. Esta referencia está comentada en el documental “Edward Hopper, el pintor del silencio“, de Carlos Rodríguez, interesante repaso a la obra del artista, sus fuentes de inspiración y las influencias posteriores. De este documental están extraídos los fotogramas de al lado.
Varios escritores han explorado cómo los clientes de Nighthawks llegaron a acabar la noche en ese diner, y lo que les pasaría a continuación. El poema “Nighthawks: después del cuadro de Edward Hopper“, de Wolf Wondratschek, el poeta imagina que la pareja sentada al fondo del diner es un matrimonio separado: «Apuesto a que ella le escribió una carta / Dijera lo que dijese, él ya no es el hombre / que volvería a leer las cartas de ella». En este camino de la exploración de personajes se inscribe la obra de teatro Douglas Steinberg. El director ha imaginado cuatro identidades posibles para los personajes de Nighthawks: La pelirroja se llama Mae; fue corista de Ziegfeld y ahora es la dueña del diner. Su marido es el camarero, se llama Quig y acaba de volver de ultramar. El hombre del sombrero se llama Sam y es un parroquiano habitual. Los tres tratarán de desentrañar la identidad del hombre solitario que permanece de espaldas a la calle, un silencioso desconocido que bien podría ser el mismísimo Edward Hopper.
Por otro lado, Tom Waits, en su album “Nighthawks at the Diner“, utilizó el cuadro de Hopper para inspirarse en la creación de las letras y en la portada del disco. Aquí podréis escuchar algunos segundos de las canciones y, por supuesto, comprarlo.
También el mundo del cómic ha sucumbido al influjo del cuadro y ha sido frecuentemente homenajeado como se puede ver en la viñeta de abajo que aparece en “Batman, Año Uno” de Miller y Mazucchelli. Se puede ver otros homeajes al cuadro por parte de distintos dibujantes en este enlace.
Los pintores no han escapado a su influencia y ha sido utilizado sutilmente en algunos de sus cuadros o reinterpretado como origen de nuevas obras. Conocida es la versión de Gottfried Helnwein titulada “Boulevard of Broken Dreams” en la que los anonimos personajes del cuadro son sustituidos por Humphrey Bogart, Marilyn Monroe, James Dean y Elvis Presley. Como muestra de uno de estos homenajes la ilustración de un viejo conocido de Bibliocriptana: Banksy
Finalmente, en este repaso que no pretende ser exhaustivo, Nighthawks ha sido parodiado por la cultura popular. Así llegaremos al objetivo final que no era otro que Homer Simpson. El creador de la serie de televisión Matt Groening utilizó el diner de Hopper en uno de los capitulos y en el se puede ver a Homer Simpson dispuesto a continuar con su sana dieta:
¿A qué se debe la influencia de este cuadro? ¿no podría ser igual de influyente cualquier otro cuadro “enigmático” de Hooper? ¿por qué este y no otro? ¿su “poder” está dentro del propio cuadro o es fruto de la casualidad?
Más información en la Wikipedia . También podéis escuchar un interesante programa de radio (Graffiti, de Radio Euskadi) dedicado al cuadro.